¡Ya se acerca el verano! Una de las mejores épocas para disfrutar de la lectura. Por eso, a continuación os he recopilado una colección de relatos para leer en los próximos meses calurosos. ¡Espero que os gusten!
MICRORRELATO:
NOCHE DE PLAYA
Un relato que escribí a partir de las palabras "sangre, radares e internaba" para un reto de escritura y que fue publicado en la revista digital Liverdades.
Cada noche se internaba en la playa con uno de esos radares… ¿Cómo se llama? ¡Ah, sí! ¡Un detector de metales! Con el objetivo de buscar aquellos objetos que se hubieran podido perder durante el día. Pues bien, en aquella ocasión pensó que la fortuna le sonrió cuando detectó algo bajo la arena: un anillo. Así que tiró de él. No obstante, se le heló la sangre cuando descubrió que la sortija aún pertenecía a un dedo.
FIN
RELATO:
PIRATA POR ACCIDENTE
Escrito para la iniciativa de escritura VadeReto a partir de un personaje, una frase y un escenario propuestos y publicado posteriormente en el Nº 8 de la revista La Cabina de Nemo.
Imagen pirata del banner: Felix Lichtenfeld en Pixabay
—¡Con lo bien que estaba yo en altamar…! —exclamaba al público, una vez más, como primera frase de mi espectáculo, que siempre comenzaba después de que los del circo exhibieran al blemia. Mis ropajes eran los propios de un pirata. Incluso llevaba un parche.
Me había unido a un circo itinerante en el que se mostraban monstruos exuberantes venidos de los más increíbles lugares y así me veían a mí, como a un monstruo. Resulta que perdí una de mis piernas en un trágico accidente laboral y, más adelante, una desafortunada maldición hizo que cobrase vida la única pierna que me quedaba. No, no soy una persona afortunada en cuanto a piernas se refiere… ¿Quién me mandaba a mí tocar aquel objeto encantado tras las insistentes advertencias?
Me quedé sin trabajo y me vi obligado a ganarme la vida en este ridículo espectáculo en el que, apenas había pronunciado mi frase, mi pierna comenzaba a dar brincos por sí misma, a arrastrarme (después de dejarme caer al suelo) y a obligarme a reproducir una ridícula danza.
Las risotadas siempre resonaban hasta en el último rincón de la carpa.
—¡Mirad al pirata! Ja, ja, ja —gritaban los espectadores mientras me señalaban—. ¿Te ha comido la pierna un tiburón? ¡Vuelve brincando a tu barco!
«Pero ya se acabó», pensé. Aquel día decidí que mi número sería diferente. Cuando la pierna se cansó de brincar, tomé un hacha que había escondido por la mañana entre un puñado de atrezo. Me arrastré hacia allí, la empuñé y la levanté. Creyeron que era parte del espectáculo, pero su filo era verdadero. Lo había decidido: iba a cortarme la maldita pierna.
Estaba quieta. Me senté, alcé el hacha con ambas manos y me propicié un fuerte y profundo corte por encima de la rodilla. La pierna se retorció y yo también sentí un dolor espantoso. Una vez que empecé, ya no paré hasta que la hube desprendido de mi cuerpo. La pierna continuó moviéndose por sí sola, como el rabo cortado de una lagartija, hasta que, finalmente, quedó inmóvil.
El público enmudeció. Yo reía en un estado de semiinconsciencia mientras me desangraba. Sentía alivio y dolor al mismo tiempo. Entonces, los asistentes señalaron hacia mí con la perplejidad y el espanto dibujados en sus rostros. Miré hacia el lugar exacto donde apuntaban sus dedos. Mi mano, que todavía sostenía el hacha, se alzaba por sí sola sobre mi propia cabeza.
RELATO ILUSTRADO:
MI PRIMERA SUPERVIVIENTE
Mi nueva colaboración en la revista El Tren de la Bruja (Nº 3).
Llevaba meses observando la vacía y solitaria casa, junto al acantilado. Hacía tiempo que nadie se atrevía a alquilarla y no les culpo… Quizás se me fue un poco la mano con el último grupo de jóvenes que decidió montar allí una fiesta y las autoridades terminaron descubriendo que todo lo que ocurría en la vivienda, desde hacía años, estaba relacionado con un mismo asesino que andaba suelto: conmigo.
Y es que aquella casa perteneció a mi familia desde hacía generaciones antes de que nos fuera arrebatada. Cuando esté muerto, seguro que seré un alma en pena vagando entre sus muros durante toda la eternidad, espantando a aquellos que osen pisarla mediante sustos u otras artimañas que utilicen los espíritus. Pero a día de hoy, sigo vivo, así que mi papel es el de criminal, por el momento.
Continuaba vigilando la casa desde la distancia, con cuchillo en mano, hasta que me sorprendió el gran día: una familia llegó a la vivienda a principios de verano. Primero, estuve acechándoles durante el lluvioso y gris fin de semana y, después, comencé a cobrarme la vida de cada uno de sus miembros hasta que solo faltó uno. Se trataba de una anciana.
Ella estaba sentada en el viejo sillón de mi tatarabuelo. Me quedé paralizado al notar su mirada fría, glacial, mientras que mi cuchillo chorreaba sangre. Sabía que no podía escapar de mí, y ni siquiera iba a intentarlo. Era fácil. Solo tenía que atravesarle las entrañas, como a los demás, pero no podía… Las otras víctimas siempre gritaban, trataban de huir o procuraban defenderse.
—¡¿Por qué no hace ni dice nada?! —exclamé bajo mi máscara.
Y allí permanecía, impasible.
(…)
Comencé a oír las estridentes sirenas de la policía. En algún momento, alguien tuvo tiempo de dar el aviso.
—Pagarás por lo que has hecho —pronunció la anciana y, como si hubiera estado planeado de forma premeditada, sentí que me alcanzaba una bala en esos mismos instantes.
Después le siguió otra, otra y otra más.
Caí desplomado al suelo.
Entonces comprendí que sucedería mucho antes de lo que había llegado a imaginar: en adelante, sí que sería un fantasma aferrado a los muros de la casa del acantilado.
FIN
MICRORRELATO A DOS PLUMAS:
SILVER ISLAND
Un microrrelato escrito a dos plumas junto con el autor Joe Rider.
Si estás buscando unas vacaciones de ensueño, apunta SILVER ISLAND como una de las mejores opciones. Podrás llegar a la isla por poco dinero gracias a las aerolíneas de bajo coste y luego moverte de una manera cómoda y económica en coches de alquiler. En SILVER ISLAND no solo encontrarás playas preciosas, sino también lugares con una naturaleza que abruma. Te acompañamos en una experiencia inolvidable: pasar una noche con la tribu de los HOMBRES RAW MEAT. Esta sociedad considera que el canibalismo les da poderes sobrenaturales y les evita el proceso de envejecimiento.
***
—¿Por qué no viste el anuncio completo antes de reservar el viaje?
—Ya sabes que siempre le doy a saltar vídeo, tengo esa costumbre. Apenas dispongo de tiempo, mucho menos de paciencia y…
—¡No importa! ¡Tenemos que salir de aquí! —Forcejea para desatar las cuerdas.
La puerta de la cabaña se abre y comienzan a adentrarse los miembros del poblado.
—Me temo que ya es tarde… —Traga saliva.
No hay nada como una cena rejuvenecedora.
FIN
Además, podéis encontrar más contenido veraniego en la etiqueta:
Y si buscáis lectura para este verano, os invito a conocer más sobre mis novelas en mi web (clic en el banner):
Segunda parte del Especial verano 2023. Recopilación ilustraciones personajes:
Hola! me gustaron mucho los 4 pero el tercero, Mi primera superviviente, el que mas. Besos
ResponderEliminar¡Hola! Muchas gracias por pasarle a leer y comentarme tu relato favorito. Un abrazo :)
EliminarMi preferido es tercer relato. Te mando un beso.
ResponderEliminar¡Hola, J.P.! Muchas gracias por pasarte a leer los relatos veraniegos. El tercero, del pirata, es uno de mis favoritos también je, je, je.
EliminarUn abrazo :)
Gracias por la recopilación: lecturas fresquitas para temblar de escalofríos, ja,ja, que nos hará falta.
ResponderEliminarLa embarcación oxidada.... ¡Buenísima! Tanto la historia como la representación en audio se vive, se disfruta. Mi enhorabuena!
Seguiré buceando en las demás historias en mis ratitos reservados al DISFRUTE.
Gracias, y un beso grande! :)
¡Gracias a ti, Maite! Me alegra mucho que estos relatos estén entre tus próximas lecturas. En el caso de La Embarcación Oxidada, Terror y Nada Más hizo un gran trabajo en la adaptación a ficción sonora. ¡Quedó genial! Qué bien que te haya gustado.
Eliminar¡Un fuerte abrazo! :)
¡Hola, M.A.! Tres fantásticas píldoras de terror para pasar un estupendo rato de lectura entretenida y sorprendente. El micro tiene un final de esos que te golpean en la cara con ese anillo que todavía tenía dueño. Un abrazo!
ResponderEliminar¡Hola, David! Me alegra mucho que te haya gustado el micro Noche de Playa, la verdad es que encontrar un anillo de esa forma tiene que impactar bastante..., pero es el toquecillo de terror :P.
EliminarUn abrazo! :)