16 noviembre 2020

Microrrelato: Diálogo entre mascotas

Este es el microrrelato que he escrito para la iniciativa VADERETO del mes de noviembre, propuesta en el blog de JASCNET. En esta ocasión, el tema sobre el que escribir son las mascotas. Nos presenta siete protagonistas que podemos escoger para nuestras historias. La extensión y el género del relato son libres.

Como yo tengo a Chopi (un conejito) y dos pececitos, elijo a los siguientes protagonistas:

PIETRO: Un conejo italiano con un humor muy peculiar y latino. Además, es bipolar. Ahora mismo puede estar saltando con alegría desaforada y dentro de diez minutos pensar que se acaba el mundo.


SHAO-SHIN: Una princesa japonesa capaz de luchar contra tiburones, si fuera necesario. Parece pequeña y virginal, pero no tiene nada que envidiar a las más feroces ninjas. Si necesitas de sus servicios contrátala con escamas de caviar ruso, ¡no te arrepentirás!


***

He escrito un microrrelato de 250 palabras y aprovecho para ejercitar el diálogo entre personajes. El microrrelato es una conversación entre los dos personajes elegidos y el conflicto está basado en hechos reales (que os cuento después del micro). Además, para seguir practicando el cliffhanger, termino el relato con un lógico continuará. 

Podéis leerlo a continuación:

Microrrelato: 
Diálogo entre mascotas

—¡Menuda osadía! ¿Cómo iban a ser capaces de hacerme eso a mí? —exclamaba desde el acuario, indignada Shao-Shin, una preciosa pececita blanca de extensas y elegantes aletas. 

Pietro, un conejo de pelaje marrón y largas orejas, la observaba desde el suelo del salón. Su familia había traído a un nuevo miembro a casa. Se trataba de ella. 

Ma che cosa? —respondía él—. ¿Qué iban a hacerte? 

—¡Yo soy una princesa! He corrido cientos de aventuras, me he enfrentado a feroces tiburones, ¡muchos han sido quienes han contratado mis valiosos servicios a cambio de caviar ruso! Y, un día, un mago me utiliza en su espectáculo y me regala en una bolsa de plástico a un niño en la celebración el día de su Comunión. Sin embargo, sus padres decían que no me querían porque los peces damos mala suerte... que si nadie más me reclamaba, ¡me tirarían por el inodoro! Por fortuna, alguien se apiadó y me trajo aquí. 

—¡Eso es una barbarie! ¿Pero qué es un inodoro? 

Ella se lo explicó con todo lujo de detalles. 

—¡Puaaaaj! Es peor de lo que pensaba… —expresó Pietro, tan escandalizado como confuso. 

—¡Esto no quedará así! ¡Me vengaré! 

—¡Oh, sí! ¡Yo te ayudaré! —exclamaba Pietro mientras brincaba de un lado a otro, bastante motivado—. ¡Es una injusticia! 

—Admiro tu disposición. ¿Cuál es tu nombre? Yo soy Shao-Shin. 

—Me llamo Pietro. 

—¡Bien, Pietro! Adelante. ¡Llevemos a cabo mi venganza! 

—Espera—. Pietro dejó de brincar repentinamente. 

—¿Qué sucede? 

—¿Cómo vamos a sacarte de ahí…?


Continuará...



Chopi y el pececito naranja

Como os comentaba, he elegido a estos dos personajes por mi bichillo, Chopi, y mis peces, concretamente el pez naranja.

Este es Chopi:


Nunca está enjaulado, siempre lo tenemos suelto por casa, concretamente en el salón. Hemos adaptado el entorno para que no pueda morder cables, etc. Además, tiene muchos juguetes de madera, refugios, y es muy limpio, pues hace sus necesidades en sitios específicos (algo así como los gatos). Estas cosas me suelen preguntar cuando digo que lo tengo suelto día y noche. Pero es que los conejos no deberían estar enjaulados, son muy inteligentes, juegan, interactúan contigo, les gusta estar tumbados en mantitas y camitas, como a los perritos… ¡Son entrañables!

De ahí la frase cuando Pietro habla con el pez “desde el suelo del salón”.

(Nota: Es importante hacer hincapié en esto. No se debe mantener enjaulados a los conejos. Sin embargo, si algunas personas, por las circunstancias que sean, deben usar la jaula, tienen que dejar a su mascota salir bastante horas al día para que pueda ejercitarse, corretear, jugar... Aunque lo ideal es que no se use la jaula o que se use el menor tiempo posible.)


El pececito naranja:


Es un pozo sin fondo, cómo come y cómo nada, qué pez más vivo… Llegó a mi vida, de forma inesperada, cuando acudí al almuerzo de celebración de una Comunión. El mago que dio el espectáculo se lo regaló al niño en una bolsita de plástico, como parte de un truco de magia en el que lo hacía aparecer. No obstante, sus padres dijeron que no querían peces porque dan mala suerte... (en fin) y me enteré de que si nadie más lo quería, lo tirarían por el wáter. Cuando escuché eso, dije que me lo quedaría yo. Me llevé al pez, fui a una tienda de mascotas, compré un acuario enorme y otros dos pececitos más. ¡Cuánto he aprendido de acuarios desde entonces! Los filtros, los potingues que hay que echar al agua… De hecho, ¡¡el pez lleva ya en casa 2 años y medio!! 

***

Y, por último, espero que os haya gustado el microrrelato y, desde aquí, aprovecho para recordar que debemos tener mucha concienciación sobre el tema de las mascotas y los animales en general. 

Son seres vivos. 


10 comentarios:

  1. Uy yo tambien tuve un pez de ese mismo color, y me enamoro tu conejo. Buen relato hasta me saco una sonrisa. Te mando un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, J. P. Me alegra que te haya gustado el micro. Aunque el tema del pez naranja me pareció un poco triste, quise darle cierto humor al relato ya que las características del reto lo permitían. Los peces naranja de este tipo son muy populares, por lo que yo creo que casi todo el mundo hemos tenido uno alguna vez jejeje. Gracias por comentar. Un abrazo :)

      Eliminar
  2. Estupendo micro e fantástico continuará... muy divertida la idea de ese diálogo entre un pez y un conejo...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias! Me alegra que te haya gustado. Se me ocurrió la idea del diálogo para exponer el problema del pez y de ahí el ejercicio de escritura. Además, me quedé con ganas del otro reto de seguir practicando esos continuará... jejeje.

      Eliminar
  3. Hola, Auxi.
    Genial el micro.
    Yo conejos no, aunque mi hermano tuvo un hámster y el tío estaba más veces fuera de la jaula que dentro. Era un escapista nato. Antes no te dejaban tenerlos sueltos por la casa ni en broma.
    Sí he tenido un acuario con muchos peces. Incluso conseguí que desovaran y es una experiencia increíble. Tuve que deshacerme de él por falta de espacio y de tiempo. Añoro la paz que me daba mirarlos y contemplar como se desplazaban ingrávidos por su mundo.
    Muchas gracias por tu nueva participación en el VadeReto.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola! Muchas gracias, me alegra que te haya gustado el micro, ya tenía ganas de volver al VadeReto :). Pues un hámster escapista hubiera sido también un personaje curioso sobre el que escribir jejeje. Y el mundo de los peces... yo creo que en el momento de tener un acuario y aprender a mantenerlo y demás, sorprende la cantidad de cosas que aprendes sobre ellos.
      Un abrazo :)

      Eliminar
  4. Hola.
    Me ha encantado el microrelato. Hace tiempo que tenía peces y demás animales y ahora solo tengo a Luka, mi perrito y que es la cosita mas importante para mi.
    Por cierto, acabo de encontrar tu blog y me quedo por aquí. Te invito a pasarte por el mio.
    Nos leemos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Carolina! Acabo de pasarme por tu blog y leer una reseña fantástica.
      Yo creo que aunque llamemos "mascotas" a las mascotas (valga la redundancia), realmente se convierten en miembros de nuestra familia. Una de las mejores experiencias de esta vida es crear un vínculo especial con ellos. Se aprende tanto...
      Gracias por comentar :)

      Eliminar
  5. ¡¡Hola M.A!! Por supuesto que me ha gustado el relato y tanto o más toda la historia que hay detrás y de los personajes en los que te has inspirado. Yo creo que no aprendes realmente de como cuidar una mascota hasta que tienes una, y aún siendo de la misma raza, cada uno es de una manera. Y lo que me puede sorprender a mí, a otro seguro que en absoluto. A mí me sorprende los gatos que van atados por la calle como si fueran perros, los he visto muchas veces en la ciudad. Yo he tenido gatos toda mi vida y son almas libres, no me los imagino atados, pero claro, yo he vivido siempre en pueblos y salen con normalidad a la calle y no sé como actuaría con ellos en una ciudad o si esa es buena manera de poder sacarlos a pasear. Creo que las circunstancias mandan. Besitos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola! Me alegra mucho que te haya gustado el micro. La verdad que es de las pocas veces que cuento algo basado en hechos reales así tan directamente. A la hora de tener una mascota, las circunstancias son muy importantes, pero yo creo que se puede resumir en, según nuestras posibilidades, cuidar de ellas lo mejor posible para que tengan una vida feliz. Esto es muy importante.
      Un abrazo :)

      Eliminar




Novelas M.A. Álvarez

Libros y Novelas M.A. Álvarez escritora

¡Click en el banner para conocer más!