Tres relatos calurosos
Os dejo lo que se me ha ocurrido:
TRES RELATOS
CALUROSOS.
Primer
relato.
De
repente, en la más absoluta de las tinieblas, nació un cúmulo de luz. Una
llama. Al principio pensé que era hermosa, su hipnótico baile y su fulgor
centelleante disipaban las sombras que nos rodeaban. Su cálido color me
entusiasmaba. Se aproximaba. Me gustaba, quería verla más de cerca. Se acercaba
más y más y a medida que lo hacía más me conmovía.
Hasta
que se aproximó demasiado. Tanto que comencé a notar su calor. Una leve
sensación que no tardó en volverse un infierno. La llama se posó en mi cabeza.
Quemaba. No tardé en comenzar a sudar. El líquido caía desde mi testa y quemaba
como la lava ardiente. Mi cuerpo empezó a derretirse. Me sentía más pequeña
por momentos, mis pies estaban cada vez más próximos. ¡Me consumía! El calor del
fuego era una tortura lenta e insoportable y nada podía hacer para echar a la
llama.
—No
me odies por esto —me dijo. —Ahora los dos somos uno. Me extinguiré cuando tú
lo hagas.
Fue
entonces cuando comprendí que la vida del fuego que me achicharraba dependía
también de la mía y que ambos sucumbiríamos tarde o temprano.
(Memorias de una vela.)
Segundo relato
Dormíamos
todas juntas, en nuestra pequeña casa. A veces salía una y cuando lo hacía,
jamás volvía. Ninguna de nosotras sabía a dónde iba, pero yo lo iba a descubrir
pronto porque cuando abrieron nuestra casa, me sacaron de ella. ¿Qué pasaría
ahora? Me alzaron en el aire y me restregaron contra mi casa. Una repentina luz
me deslumbró y una llama intensa surgió de mí. Por primera vez, noté el intenso
calor del fuego.
Al
comienzo sentí que fue la experiencia más maravillosa de todas, pero cuando el
fuego tocó mi madera comenzó a quemar mucho. ¡Quemaba! ¡Quemaba! La sensación
se volvía insoportable. Instantes después, una bocanada de aire alivió mi
desesperación y luego me arrojaron a un lugar que desconozco.
(El relato de una cerilla.)
Tercer relato
Era
una noche de verano muy muy calurosa. Apenas podía pegar ojo. Me removía en la
cama de un lado a otro. Era imposible encontrar un poco de descanso. Se fue la
luz. Ni siquiera podía conectar el ventilador. No veía nada. A tientas me
dirigí hacia la cocina. El sudor recorría mi frente y caía alrededor de mis
ojos hasta empapar mis mejillas.
De la despensa tomé una vela y la encendí con
una cerilla. La llevé hasta el salón y la dejé en la mesa. Me senté en el sofá.
La sensación de calor continuaba siendo insoportable. La incómoda tela del mismo
se me pegaba a la piel sudorosa y todavía me provocaba más y más calor. La
interminable sensación de bochorno me desesperaba.
Apenas
miré la hora que era, sin embargo supe que pasé un buen rato allí porque la
vela que encendí comenzaba a consumirse.
(Alguien en una noche muy calurosa.)
Me gusta y me ha sorprendido la manera en la que has conectado los 3 relatos. Mi favorito es el de la vela.
ResponderEliminar¡Gracias por pasarte a leerlo! Tu relato también me ha gustado, te dejé mi comentario. Un saludo :)
EliminarUy muy buenos , te mando un beso
ResponderEliminar¡Gracias por pasarte! :)
EliminarMe encanta lo que escribes.
ResponderEliminarGracias, Anita. Comentarios como estos son los que ayudan a seguir y hacen que todos los esfuerzos merezcan la pena.
Eliminar¡Uala! Me han encantado los relatos *_____*
ResponderEliminarCon el primero me he quedado alucinada al leer que era una vela, no había caído :D con el segundo leí sin querer antes que era una cerilla >.<
Mola que el tercero haya sido la unión de los otros dos. Genial ♥
¡Gracias! Me alegro mucho de que te hayan gustado. Qué pena lo del segundo jejeje, pero es difícil no leer lo de la cerilla, son relatos muy cortos.
EliminarMi favorito ha sido el tercero, me gusta mucho cómo relacionas la unión del fuego con el objeto que está consumiendo. Pensamos que ese elemento sólo puede destruir pero su vida está limitada a la de su ''víctima'', y cuando nos destruye también lo destruimos. Muy bonito, no lo había pensado así.
ResponderEliminarSaludos!
Gracias, Kash. Sí es verdad que al principio el fuego puede parecer un antagonista, pero pensando en la escena cuando lo escribía me di cuenta del detalle: claro, si se consume la verla, adiós fuego (tampoco es que esté en una situación más privilegiada que la vela después de todo).
EliminarTe pasas!, como conectaste las 3 historias, es increíble, hacer algo "cotidiano o simple" en algo Bello, me han encantado!, te haz ganado una Fan :3
ResponderEliminarPor cierto te nomine en un Tag http://goo.gl/5gGHro
Espero verte pronto, Saludos!
¡Gracias por tus palabras! Ya vi la nominación de Tag jejeje, muy muy curioso. Lo estoy preparando para publicarlo esta semana junto con el dibujo de la iniciativa :)
EliminarHola!!
ResponderEliminarPues la verdad es que me han gustado mucho los relatos pero mi avorito sin duda alguna es el último.
Por cierto soy parte de Blogs Asociados.
Gracias por pasarte, ya visité tu blog :)
EliminarPrimera entrada que comento :)
ResponderEliminarMe han gustado tus relatos. Sencillos, con lo necesario para trasmitir el mensaje: calor. He de decir que me ha gustado como se conectan los tres. Me da una sensación de anticipación y satisfacción, al ver que una tiene que ver con la otra y demás. No se si me explico XD Soy mala a la hora de elegir las palabras. Pero vamos, que me han gustado :)
Me alegra que te hayan gustado. ¡Muchas gracias por dejarme tu opinión! :)
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