El juego de las ocas
(Proyecto Adictos a la Escritura. Mayo. Lo inverosímil.)
¡Hola! El proyecto del mes de mayo trata de escribir un relato rompiendo con algunas reglas narrativas, dando prioridad a lo inverosímil, absurdo e incoherente.
Este es mi relato:
El juego de las ocas
Andaban
dos ocas jugando al “Juego de la Oca” junto al estanque y un pato se les acercó
con cierta curiosidad. Les pidió unirse a la partida, sin embargo, las ocas le
dijeron que no podía porque no era una de ellas y el juego se llamaba “El Juego
de la Oca”.
Entonces
el pato cogió el dado que tenían para tirar y les dijo que no lo devolvería a
menos que le permitieran jugar con ellas. Las ocas se enfadaron, pero repentinamente una de ellas le dijo al pato:
—Está
bien, puedes jugar. Pero solo si tiras el dado y sacas un siete.
Acto
seguido, le guiñó el ojo a su compañera.
—De
acuerdo, un siete —sonrió el pato.
Tiró
el dado y le dejaron repetir todas las veces que quiso. Aun así, no había manera,
el pato nunca sacaba un siete. Las ocas reían y reían.
El
pato terminó por cansarse, arrojó el dado sobre el tablero y se marchó.
Las
ocas siguieron jugando al “Juego de la Oca” y poco después se acercó un cisne.
—¿Puedo
jugar? —preguntó.
—Bueno…
pero solo si tiras el dado y sacas un ¡ocho! —rió una de ellas.
El
cisne lo intentó y lo mismo le pasó que al pato. También terminó por marcharse.
Las
ocas reían y reían.
Volvió
el pato y les dijo que quería intentarlo de nuevo. Las ocas carcajearon.
—Vale,
vale —decía una entre risas y más risas—. Pero tienes que sacar un cuatro.
La
otra oca se puso muy seria de repente y la miró. En ese momento, la oca que habló
comprendió que se había equivocado al decir el número.
—¿Un
cuatro? —preguntó el pato.
—Esto…
sí… —respondió la oca con la boca pequeña, ya era tarde para rectificar.
—¡No!
Yo soy un pato de palabra. ¡No jugaré a menos que saque un siete!
Las
ocas se sorprendieron y allí estuvieron el resto del aburrido día
mientras el empecinado pato tiraba el dado una y otra vez…
Me ha parecido muy simpatico el relato y el final no me lo esperaba. Estaba dandole vueltas al juego de la Oca, por si habia alguna casilla con un pato. Me ha gustado. Un abrazo.
ResponderEliminarLa verdad es que me encanto! <3 Me parece que va bien con lo inverosimil y me recuerda un poco a Alicia en el País de las Maravillas.
ResponderEliminarMucho humor en un relato deliciosamente corto!
ResponderEliminarAbrazos :)
Es un relato bastante inocente, creo que se podría contar a un niño para que usara su lógica.
ResponderEliminarSaludos : Doña Ku
Un relato que destacaria por la frescura de su narración, divertido y ameno...y se deja leer facilmente. Para nada necesita lógica y permite relajarte si lo lees con la intención de disfrutar de cada expresión. Simplemente, me ha divertido como no esperaba. Enhorabena
ResponderEliminarSúper entretenido y loco, le salió el tiro por la culata a las ocas jaja
ResponderEliminarbesito
Me gusto mucho que el pato tuviera palabra, las ocas se lo merecían, me parecieron sumamente antipáticas. Muy buen relato, muy divertido. ¡Un abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias a tod@s por vuestros comentarios! :)
ResponderEliminarUn abrazo!
Divertido que se aburrieran...
ResponderEliminarUna duda, ¿esa es una fábula?
Hola Tania, creo que sí se podría considerar una fábula, ya que encaja con la siguiente descripción:
ResponderEliminar"Breve relato ficticio, en prosa o verso, con una moraleja final, y en el que pueden intervenir personas, animales y otros seres animados o inanimados."
Gracias por pasarte a leerlo, ¡un saludo!
Rápido de leer, divertido y, por lo que leo, incluso con moraleja, diste a lo absurdo un nuevo giro con mucha gracia ^^
ResponderEliminarYo también lo veo como una especie de fábula. Pienso que el pato se había dado cuenta del truco y como se aburría y estaba mosqueado, regresó para vacilar a las ocas. Ya que no le dejaban jugar, les hacía perder el tiempo.Por eso no aceptó sacar el 4, porque si no, no fastidiaba a las ocas jaja.
ResponderEliminarUn abrazo
Antonio V. García.
Gracias también a vosotros, Bess y Antonio V. García, por dejarme vuestra opinión.
ResponderEliminarPor cierto, Antonio V., me parece muy divertida la interpretación que le has dado al relato :).