El último pueblo maldito es un título que he disfrutado mucho leyendo por su contenido de suspense e investigación, sumado a lo paranormal y lo onírico.

La novela comienza con una introducción que atrapa y crea interés por continuar leyendo y descubriendo qué nos puede ofrecer esta historia, presentándonos el caso que tendrá que resolver su protagonista, el Teniente de la guardia civil Alex. Desde este momento, vemos la trama, principalmente, a través de sus ojos y le acompañamos en la investigación. Vamos descubriendo la información por pasos, al igual que él, y esto brinda al lector/a la oportunidad de ir haciendo también sus propias conjeturas sobre la naturaleza de los sucesos, metiéndonos de lleno en la trama. Incluso los lectores tenemos en cierto momento acceso a la documentación del caso, tal y como la tendría el agente.

He encontrado una historia muy bien estructurada, con una idea muy original (por la combinación del presente, el pasado y lo insólito) y con un estilo que agiliza la lectura. Cada capítulo aporta algo nuevo, el caso se va tornando cada vez más complejo para culminar la historia en un final que le da sentido a todo. He leído el epílogo con mucho entusiasmo, pues cierra toda esta espiral dándonos un por qué muy sorprendente sobre lo acontecido.

Por supuesto, también hay que destacar el trabajo de documentación que el escritor ha llevado a cabo para plantearnos este argumento.

En definitiva, he encontrado una historia de investigación y suspense, bien estructurada, con tintes de lo paranormal, donde se hace partícipe de la investigación del caso al lector/a y con un final muy acertado.
Sin duda, esta novela tiene todos los ingredientes para que los amantes del género disfruten de la lectura.