Conocí esta novela gracias a la iniciativa Lecturas Cruzadas propuesta por el blog Libros, Lectores, Escritores y una taza de café.

Año 2.038. Un virus de origen desconocido se expande irremediablemente por el mundo, convirtiendo al planeta en un infierno lleno de no muertos sedientos de carne humana. Un año y medio después, los pocos bastiones y reductos que quedan de la humanidad se enfrentan a la escasez de recursos y suministros. Desde los grandes bastiones, nuestros personajes lucharán por sobrevivir en un entorno hostil en el que cualquier despiste puede resultar fatal.

En el primer libro de esta saga, Extinción – El Accidente, recorreremos el camino que sigue Brian, un chico normal y corriente que tiene que enfrentarse a una realidad que le sobrepasa, encontrándose con la ferocidad de los no muertos a cada kilómetro que recorrerá de los Estados Unidos, buscando un refugio seguro. A miles de kilómetros de distancia desde donde se encuentra Brian, un soldado de Nuevo Edén llamado Altair viaja hacia España junto a un grupo de soldados en busca de una alianza con los últimos bastiones que quedan en Europa. En las ruinas de Denver, en un laboratorio cercano al refugio seguro de la ciudad, asistiremos al nacimiento de Stuart, un cíborg reanimado un año y medio después del inicio de la plaga y que debe buscar el porqué de su existencia. 

Y mientras todo esto ocurre, una organización conocida como “Trípode” mueve ficha para hacerse con el control total de lo que queda de la humanidad. El camino hacia la extinción ha comenzado.

De entrada este libro me llamó mucho la atención por la temática y el género. Me gusta el terror y por supuesto al ver que la historia pertenece al género zombi despertó mi interés enseguida. Pude saber también, a través de la sinopsis, que este libro contaría con todas las características propias del género: un virus, la extinción, la supervivencia, etc… Así que ¡comencé el libro!

El principio me sorprendió mucho por su estructura: En el prólogo, una entrevista nos introduce a dos primeros personajes: Charlie y Elliot. El prólogo invita seguir leyendo, pues al final del mismo se nos habla acerca del “Proyecto Extinción”, lo que le da título al libro. En este prólogo, se habla también de un tercer personaje: el científico Joseph Strauss y es con él con quien empieza la historia tras el prólogo, en el primer capítulo. Estos tres personajes tienen una conexión muy importante y en el primer episodio, Elliot y Joseph dan pie al comienzo de la trama del libro.

Esto me ha parecido muy bien conectado. La manera en la que empieza la historia y se conectan los personajes y los capítulos me ha parecido muy interesante. Tras leer el primer capítulo, ya me sentí inmersa en la trama y en el contexto y con ganas de continuar la lectura.

El resto del libro presenta una estructura similar: los capítulos se van conectando a través de los personajes y siempre suele haber algo que relaciona los acontecimientos. Me ha gustado mucho esta forma de contar la historia.

Los personajes están bien trabajados y tienen mucho peso en la trama. Cada uno es importante para algo determinado y tienen su forma particular de enfrentar los acontecimientos a partir de sus valores. Mi personaje favorito ha sido Sombra, quien siempre muestra una personalidad temeraria y arrolladora.

El lenguaje es muy ágil y fluido, apoyando a estas características el constante uso de diálogos muy reveladores.

La trama encaja muy bien con el género. Podemos encontrar escenas y acontecimientos propios del género zombi: tensión, enfrentamientos, luchas, huídas, etc. Además el argumento tiene ese toque de intriga en el que siempre hay preguntas por responder, misterios por descubrir… Todo se va hilando de forma en la que se va sabiendo a su debido tiempo.